15.8.08

El mejor amigo del perro

Cachorros que servirán de guía a personas ciegas y con discapacidad, son preparados en familias de acogida.

Adams, Adel o Alicie... buscan una familia de acogida. Estos cachorros, de dos meses y raza golden retriever, pertenecen a la Asociación de Perros de Asistencia y Animales de Terapia (PAAT), organización que cría perros de guía y que busca ocho familias interesadas en adoptar durante un año a uno de los ejemplares, que alcanzarán los 35 kilos de peso y una altura de 60 centímetros. El objetivo de la inserción del animal en unidades familiares pasa por «criar un perro sociable y equilibrado capaz de asistir a una persona con discapacidad física», señala Alberto Alvarez Campos, presidente del colectivo e instructor de canes. Este profesional, que ha trabajo adiestrando perros en el Reino Unido, apunta: «Queremos un hogar para los cachorros en el que no pasen tiempo solos y donde se les proporcione unos cuidados básicos y ejercicio diario», como enseñanza de órdenes de obediencia, juego controlado para evitar que se vuelva revoltoso, o paseos de entrenamiento para acostumbrar al animal a situaciones de la vida cotidiana. En contrapartida, durante el tiempo que el perro permanezca en adopción, la ONG se hace cargo del coste de la alimentación, el veterinario, el seguro... «y de todos los gastos que genere» el animal. Además, los instructores y voluntarios de la asociación mantendrán un contacto semanal con el cuidador, quien recibirá las explicaciones sobre las rutinas que tienen que desarrollaran con el perro y cómo deben efectuarlas, «siempre basándose en el refuerzo positivo, que se logra entregándoles un juguete o bien un poco de alimento», apunta Jane Alvarez Kefford, vicepresidenta de PAAT e instructora.Desde la asociación esgrimen que en Gran Bretaña la adopción de perros está muy implantada «e incluso segundas generaciones, que crecieron con crías, los siguen adoptando». Y enumeran las satisfacciones que pueden sentir los acogedores : «Van a ser parte de la formación de un perro que luego se convertirá en los ojos de un ciego». Al tiempo, subrayan que en una familia con niños mayores de tres años el animal «es una responsabilidad muy positiva para el pequeño o el mayor».
Asimismo, si los adoptantes no pudieran atender al perro un fin de semana o se fueran de vacaciones... bien los instructores o bien voluntarios del colectivo «se harían cargo del animal». Incluso si en el período de acogida, por los motivos que fueran, la familia quisiera dejar el programa «nos lo devolverían, sin ningún problema», asevera el presidente de PAAT. Todas las condiciones «de las dos partes están reguladas en un contrato» y detalla que la organización esta manteniendo entrevistas con candidatos en sus domicilios «para conocer el lugar y el entorno» en donde va a realizar el entrenamiento diario de cada golden retriever.Estos animales deben familiarizarles con subir y bajar los bordillos de las aceras, respetar los semáforos, entrar en los comercios, restaurantes y a utilizar los transportes públicos. Para poder acceder con sus adoptantes a estos lugares «queremos ponernos en contacto con la patronal de Zamora y el Ayuntamiento para que ambos nos autoricen el acceso de los perros que irían convenientemente identificados», indica Alberto Alvarez Campos. «Lo precisamos para su formación integral».Entre los 10 y los 14 meses, dependiendo de la madurez de cada perro, comienza el entrenamiento específico y, por lo tanto, tiene lugar la separación de la familia, pero si ésta lo desea «pueden seguir teniendo contacto con el perro al igual que cuando el animal sea entrega a su futuro dueño». Cuando los ejemplares vuelven a la ONG inician la obediencia de las órdenes de manera intensiva durante varias semanas. En este punto, el instructor analizará las virtudes que tiene el perro. Los hay «que reúnen todas las cualidades para ser guías y otros que son idóneos para la terapia o incluso, alguna vez, para ninguna de ambas tareas»; en función del cometido que vayan a desarrollar en el futuro, los preparadores llevan a cabo un tipo de entrenamiento... para a los seis meses y medio de trabajo efectuar el emparejamiento con un beneficiario. La unión de perro y usuario representa uno de los puntos más delicados «porque no hacerlo correctamente es estropear al perro», concreta Alvarez. Para no errar los entrenadores tienen en cuenta desde el perfil psicológico, la forma de vida que lleva el futuro dueño, hasta la vivienda e incluso la velocidad de paso del beneficiario con las características del can. Tras pasar unas semanas adaptándose mutuamente, bajo la supervisión del instructor tanto en el lugar de residente del animal y en el lugar de vida del dueño, finalmente el perro pasa a integrar parte de la vida del ciego «por un euro», enfatiza Alberto Alvarez «porque somos una ONG». «Lo podemos hacer gracias a que contamos con el apoyo de algunas casas de alimentos para perros», reconoce el el presidente de la ONG. La Asociación de Perros de Asistencia y Animales de Terapia ha sido creada recientemente, cuenta con doce voluntarios que pagan una cuota de 50 euros al año, y está abierta «a la colaboración de más personas». Por otro lado, desde el colectivo quieren impartir cursos, con el respaldo de instituciones, para enseñar a los propietarios a educar a sus mascotas para que tengan un buen comportamiento social mediante el refuerzo positivo y concederles el reconocimiento de "buen ciudadano".Las familias zamoranas que estén interesadas en formar parte de este colectivo o bien acoger algún carrocho durante su periodo de formación pueden ponerse en contacto con la asociación http://www.paat.es/ (asociacionpaat@hotmail.com)

"Proyecto Hombre" y enfermos de trastornos alimentarios emplean canes como terapia para mejorar la autoestima.


Los perros adiestrados además de facilitar la movilidad y ser los ojos de un ciego, ayudan a las personas discapacitadas como animales de asistencia. También desempeñan tal labor con los niños autistas y sus familias, dado que el beneficio de la relación perro-niño «facilita una mejoría en sus habilidades sociales y propician un aumento de la independencia del niño» y ayuda a mejorar su seguridad para los niños, indican desde PAAT. Y precisamente el incrementar la autoestima de las personas en el proceso de rehabilitación impulsó a "Proyecto Hombre" a adoptar dos perros de los que se han hecho responsables a dos internos desde este enero. «Los responsables de los animales han experimentado un cambio increíble». Ellos combinan la terapia habitual con el cuidado del perro. «Los animales viven con los cuidadores y todas las semanas vienen personas de la ong para controlar el aprendizaje y dan pautas de trabajo a los cuidadores», comenta la responsable del programa de Cáritas Diocesana, María León Gago. «Es emocionante que te digan que cómo van a recaer cuando tienen una responsabilidad que va suponer un beneficio» para un tercero, sentencia. La decisión de incluir canes en la terapia la adoptaron el noviembre, tras plantearles la posibilidad la Asociación de Perros de Asistencia y Animales de Terapia. Con tres meses de experiencia «tenemos claro que antes de que se vayan estos perros, queremos otros», afirma León. Conocedores de los magníficos resultados obtenidos en el "Proyecto Hombre", desde la Asociación Zamorana contra la Anorexia y la Bulimia se han sumado a la acogida. Desde el martes dos jóvenes con trastornos alimentarios cuenta con sendos golden retriever. «Las familias están encantadas y nos gustaría disponer de más ejemplares para facilitar la recuperación» de más jóvenes, indica la presidenta del colectivo, Pasión Guzmán

(Natalia Sánchez. La Opinión de Zamora)

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