La Fundación Caja Rural entrega sus Premios 2008 en una multitudinaria gala en la que se ensalzaron los valores y el esfuerzo de los galardonados.
Humanismo frente a la crisis.
Una reivindicación de los valores humanos, del trabajo, del apego a la tierra y la entrega voluntaria. Fue el mensaje más repetido en los discursos del acto solemne de entrega de los premios anuales de la Fundación Científica Caja Rural, a los que acudió una amplísima representación de los distintos sectores sociales e institucionales de la provincia. Alrededor de 600 personas asistieron en Ifeza a la ceremonia cuyo peso principal recayó en el doctor José Miguel Diego, director de la Fundación y encargado de presentar las semblanzas de los galardonados: Gaza (Zamorano del año), Asociación Española contra el Cáncer de Zamora (Valores Humanos), Félix Vicente Pastor (Mecenas de Honor) y la Asociación de Perros de Asistencia y Animales
de Terapia junto al piragüista Emilio Merchán Alonso. En la mesa presidencial, la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, el delegado del Gobierno en la región, Miguel Alejo, la consejera de Administración Autonómica, Isabel Alonso, el presidente de la Diputación, Fernando Martínez Maíllo, el presidente del Consejo Rector de Caja Rural, Manuel Ballesteros y el director general de la entidad, Cipriano García. Entre el público se sentaban otras muchas personalidades, como el presidente regional de las cámaras de comercio, Manuel Vidal o el vicerrector de Investigación, Fernando Pérez Barriocanal, por citar algunos. Un par de perros guía y de ayuda, "Rey" y "Horus" acompañaban a sus dueños entre el auditorio, y guardaron la compostura durante los discursos. Presidente y director general de la Caja Rural destacaron en sus intervenciones la idea de que «estos son los premios de Zam
ora», a la vez que recalcaban el compromiso social de la entidad con esta tierra. El doctor Diego destacó el ejemplo que suponen los galardonados en unos tiempos de individualismo y triunfo de la idea de la «sociedad cuna», donde todo nos lo tienen que dar hecho sin aportar nada a cambio. Dijo que la elección del jurado se basó «en las propuestas del pueblo zamorano». Destacó una frase de Edison, autor de más de mil inventos, entre ellos la bombilla y el fonógrafo, quien dijo «no trabajé en toda mi vida» para reflejar en buen talante de Félix Vicente, a pesar de que, desde bien pequeño, le ha tocado luchar duro, junto a su familia en una empresa hoy referente del queso zamorano. Definió como «caballero del deporte» al piragüista Emilio Merchán, poseedor de un impresionante currículum de triunfos desde que empuñara por primera vez una pala allá por el año 88. Puso el acento en la trascendencia del trabajo de asociaciones altruistas, como la de lucha contra el cáncer en unos tiempos donde la medicina de la efectividad funciona muy bien, con grandes avances en los tratamientos, pero sigue faltando la medicina de la afectividad. Glosó los méritos de Alberto Alvarez y Jane A. Kefford, los entrenadores de los perros guía, animales que además de la fidelidad de la especie proporcionan una ayuda fundament
al para muchos discapacitados. Y, en fin, alabó el trabajo bien hecho de dirigentes y empleados de la Central Lechera de Zamora, Gaza, creada en 1966, pero que ha sabido estar con los tiempos. Precisamente en nombre de los premiados tomó la palabra el gerente de Gaza, José Luis Calvo Rosón, quien aportó una reflexión para los momentos de crisis mundial donde «muchos mitos económicos se están derrumbando. Tengo claro que sin beneficio no hay empresas ni hay nada, pero las empresas deben estar orientadas a las personas». Alabó a Caja Rural por seguir esta política.Cerró el acto la consejera Isabel Alonso, quien destacó el apoyo institucional de la Junta a este tipo de galardones (como antes lo había hecho el delegado del Gobierno) y reseñó el importante esfuerzo autonómico e investigación y desarrollo. Un concierto de la Orquesta "La Ritirata" y una cena completaron la ceremonia.
(La Opinión de Zamora)
