25.1.09

¡Feliz Cumpleaños!

Felicidades para los dos Alan, Alex, Alis, Amy y Nani, los cachorros de nuestra primera camada de perros de Asistencia como asociación PAAT; y sobre todo, muchísimas gracias a los socios y a las familias de acogida por su esfuerzo y apoyo, ya que son los que mantienen candente nuestra ilusión por seguir trabajando.

Gracias.


16.1.09

Perros que detectan enfermedades

En el hospital Amersham de Inglaterra, Carolyn Willis y Claire Guest forman un grupo pionero en la medicina. Daisy y Tangle son miembros clave de su equipo: están aprendiendo a oler el cáncer.

“Las enfermedades siempre provocan alteraciones celulares y como resultado se generan diferentes tipos de moléculas relacionadas con el estrés y sustancias químicas volátiles que suelen ser odoríficas. Estas moléculas ligeras se distribuyen por la atmósfera y los perros más sensibles son capaces de detectarlas fácilmente. Aquí estamos depositando muestras controladas, son mezclas de células de personas sanas, pero también hay gente anciana con enfermedades urológicas; son muestras de todo tipo”.

En algún lugar de este complejo cóctel oloroso de muestras de orina, está la firma del cáncer de vejiga. Estos perros están siendo amaestrados para detectarlo con su finísimo olfato.

“Lo que más me impresiona de trabajar con perros es su capacidad de concentrarse en la tarea. Sinceramente puedo decir que los días que entreno a estos perros, siempre están meneando la cola como preguntando “¿qué podemos hacer?”. Pretenden hacer las cosas lo mejor posible, no parece que les estés obligando a ello y cada vez que lo consiguen es como si dijeran “¡Bien, lo logré!”. Son muy agradecidos para trabajar".

Tangle es un cocker spaniel bien socializado. Claire y Caroline ponen a prueba sus destrezas dándole las muestras más difíciles que tienen. Caroline confía en que las habilidades del perro para el diagnóstico precoz del cáncer nos ayude a desarrollar métodos más eficaces para prevenir la enfermedad.

“Creo que los perros tienen muchas posibilidades de ayudarnos en medicina, llevan siglos ayudándonos en el trabajo y en el rastreo, pero ahora creo que podemos aprovechar su olfato para el diagnóstico precoz y para tratar a pacientes y a enfermos. Tienen unas posibilidades inmensas”.

A 6000 km de distancia, su talento para detectar enfermedades ha cambiado la vida de esta familia. Si no fuera por Delta, un pastor alemán, este chico no estaría con vida. Joseph tiene 13 años y padece una diabetes congénita de tipo 1. Su cuerpo no genera insulina, la hormona que controla la glucosa en sangre, lo que le provoca ataques.
Joseph fue diagnosticado a los 7 años y sus ataques de diabetes tenía a todos aterrorizados.
Cuando sobreviene un ataque, sus padres solo disponen de 15 minutos para darle una inyección que le suba la glucosa. Si transcurre más tiempo, podría ser fatal.
Tras varios meses de intensa angustia, su madre Michele hizo un descubrimiento que le cambió la vida.

“En una ocasión leí sobre una mujer cuyo perro había empezado a reaccionar ante su problema y casi la mitad de las veces le avisaba cuando sus niveles de glucosa estaban bajos, así que ella lo amaestró para que fuera a la nevera y le trajera una coca-cola”.

Michele ya había amaestrado perros rastreadores y de rescate. Empezó a buscar cachorros con ganas de aprender y encontró a un pastor alemán de 8 semanas: Delta. Y aunque les advirtieron que amaestrar a un perro para detectar Diabetes tipo 1 podría resultar muy complicado, pusieron todas sus esperanzas en Delta y su prodigioso sentido del olfato.

Los resultados superaron todas las expectativas. Amaestraron a Delta para detectar no sólo si Joseph está a punto de sufrir un ataque, sino que también es capaz de oler los sutiles cambios químicos corporales que indican que sus niveles de glucosa están bajando, mucho antes de que le dé el ataque.

“Ahora que tenemos a Delta no tenemos tanto miedo. Cuando vemos que le baja la glucosa, sabemos que tenemos 5-10 minutos de tiempo, de modo que subimos, le medimos, le inyectamos, y podemos volver a la cama tranquilos, porque si le vuelve a bajar, el perro nos va a despertar otra vez”.

Con Delta a su lado, Joseph puede disfrutar de la libertad: la diabetes ya no le impide vivir.

“Me ha devuelto la vida, antes no iba a casa de mis amigos ni los invitaba, porque me daba miedo tener un ataque delante de ellos. Pero ahora, desde que tengo a mi perro de asistencia, sé que estoy seguro”.

(Canal Odisea. Extracto de documental)

2.1.09

"El perro ayuda a romper la barrera de la discapacidad"

La asociación de Perros de Asistencia y Animales de Terapia (P.A.A.T.) continúa su labor social tras casi un año en activo.

No cabe duda de que, como bien dice el refrán, el perro es el mejor amigo del hombre, y si además le ayuda a desarrollar las tareas de la vida diaria, se convierte en un ser mucho más especial.

Con esta intención nació a principios del 2008 la Asociación de Perros de Asistencia y Animales de Terapia (PAAT), con sede en la localidad zamorana de Morales del Vino. Alberto Álvarez y su esposa, Jane Álvarez Kefford, tienen a sus espaldas más de veinte años de experiencia en el adiestramiento canino en el Reino Unido. De regreso a Zamora, hace ahora cuatro años, pensaron en la posibilidad de hacer su sueño realidad y crear un centro, con proyección nacional e internacional, en el que pudieran seguir desarrollando su trabajo.

El principal objetivo de PAAT es poder entrenar perros de asistencia para personas con deficiencias físicas o psíquicas, con el fin de que les ayuden en el día a día. Este es el caso de Belén, una mujer condenada a la silla de ruedas desde hace diez años por una enfermedad muscular que le ha paralizado la parte inferior del cuerpo.

Horus, un labrador de color negro, es su compañero inseparable desde hace medio año. "Nunca había tenido perro y al principio tuve miedo y sólo veía inconvenientes. Ahora, cuando pienso en lo mucho que me ayuda, no me arrepiento de haber venido", dice. Y es que Horus ayuda a su nueva dueña a recoger las cosas del suelo, a abrir puertas, a sacar la ropa de la lavadora e incluso a vestirse cada día.

Según Alberto, el emparejamiento entre el animal de asistencia y la persona es fundamental. "Nosotros tutelamos la calidad de vida del animal una vez que se va con el usuario para comprobar su estado de salud", dice. El acoplamiento suele durar alrededor de tres semanas. Antes de eso, los adiestradores entrenan con el perro las respuestas básicas, como acudir a la llamada o traer objetos, y realizan diversas rutas por la ciudad y la casa donde vaya a vivir con el usuario.

"La gente tiene miedo a acercarse a la discapacidad y estos perros pueden eliminar esas barreras y brindarles un imporante apoyo afectivo", asegura Alberto.

Desde que PAAT se puso en funcionamiento, ya han entregado dos perros guía en Madrid y Barcelona. Actualmente, entrenan a doce cachorros y tienen una lista de espera de más de veinte personas.

Ahora, Alberto y Jane desean abrir una escuela en la provincia de Zamora en la que exista un centro de terapia con animales para poder realizar su trabajo desde allí. "Queríamos ponerla en marcha en cuestión de meses, aunque nos hace falta una pequeña ayuda económica para poder sufragar los gastos, ya que no cobramos por el trabajo que hacemos y sin dinero es imposible seguir adelante".

Hoy en día, PAAT cuenta con varios socios cuyas cuotas anuales ayudan a pagar los gastos de manutención y veterinaria de los animales.
Fuente: Periódico DGratis
Para más información: http://www.paat.es/