2.1.09

"El perro ayuda a romper la barrera de la discapacidad"

La asociación de Perros de Asistencia y Animales de Terapia (P.A.A.T.) continúa su labor social tras casi un año en activo.

No cabe duda de que, como bien dice el refrán, el perro es el mejor amigo del hombre, y si además le ayuda a desarrollar las tareas de la vida diaria, se convierte en un ser mucho más especial.

Con esta intención nació a principios del 2008 la Asociación de Perros de Asistencia y Animales de Terapia (PAAT), con sede en la localidad zamorana de Morales del Vino. Alberto Álvarez y su esposa, Jane Álvarez Kefford, tienen a sus espaldas más de veinte años de experiencia en el adiestramiento canino en el Reino Unido. De regreso a Zamora, hace ahora cuatro años, pensaron en la posibilidad de hacer su sueño realidad y crear un centro, con proyección nacional e internacional, en el que pudieran seguir desarrollando su trabajo.

El principal objetivo de PAAT es poder entrenar perros de asistencia para personas con deficiencias físicas o psíquicas, con el fin de que les ayuden en el día a día. Este es el caso de Belén, una mujer condenada a la silla de ruedas desde hace diez años por una enfermedad muscular que le ha paralizado la parte inferior del cuerpo.

Horus, un labrador de color negro, es su compañero inseparable desde hace medio año. "Nunca había tenido perro y al principio tuve miedo y sólo veía inconvenientes. Ahora, cuando pienso en lo mucho que me ayuda, no me arrepiento de haber venido", dice. Y es que Horus ayuda a su nueva dueña a recoger las cosas del suelo, a abrir puertas, a sacar la ropa de la lavadora e incluso a vestirse cada día.

Según Alberto, el emparejamiento entre el animal de asistencia y la persona es fundamental. "Nosotros tutelamos la calidad de vida del animal una vez que se va con el usuario para comprobar su estado de salud", dice. El acoplamiento suele durar alrededor de tres semanas. Antes de eso, los adiestradores entrenan con el perro las respuestas básicas, como acudir a la llamada o traer objetos, y realizan diversas rutas por la ciudad y la casa donde vaya a vivir con el usuario.

"La gente tiene miedo a acercarse a la discapacidad y estos perros pueden eliminar esas barreras y brindarles un imporante apoyo afectivo", asegura Alberto.

Desde que PAAT se puso en funcionamiento, ya han entregado dos perros guía en Madrid y Barcelona. Actualmente, entrenan a doce cachorros y tienen una lista de espera de más de veinte personas.

Ahora, Alberto y Jane desean abrir una escuela en la provincia de Zamora en la que exista un centro de terapia con animales para poder realizar su trabajo desde allí. "Queríamos ponerla en marcha en cuestión de meses, aunque nos hace falta una pequeña ayuda económica para poder sufragar los gastos, ya que no cobramos por el trabajo que hacemos y sin dinero es imposible seguir adelante".

Hoy en día, PAAT cuenta con varios socios cuyas cuotas anuales ayudan a pagar los gastos de manutención y veterinaria de los animales.
Fuente: Periódico DGratis
Para más información: http://www.paat.es/

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