27.10.08


"Admitámoslo y no nos engañemos a nosotros mismos con la excusa de que necesitamos un perro para que proteja nuestro hogar. Le necesitamos de verdad, pero no como un perro guardián. Yo, por lo menos en lúgubres ciudades extranjeras, he sentido la necesidad de la compañía de mi perro, y el mero hecho de su existencia me ha aportado un gran sentido de seguridad interior, parecido al que uno halla en un recuerdo de la infancia o en el esperado regreso al paisaje del país natal, que para mí es el Danubio Azul, y para otros las Blancas Rocas de Dover... En la vida moderna que tanto se parece al movimiento constante del cine, un hombre necesita algo que le diga de vez en cuando, que sigue siendo él mismo, y no hay nada que dé esta seguridad de una manera tan reconfortante como el susurro de las "cuatro patas que le siguen a uno"."


Lorenz, K.Z.: King's Solomon's Ring. London, Methuen, 1952.

No hay comentarios: