Documental del canal Odisea sobre la capacidad de los perros para comunicarse con los humanos, y sobre la ayuda en labores que ha proporcionado al hombre a lo largo de los siglos.
Excepcionalmente el perro ha desarrollado la extraordinaria capacidad de interpretar los sentimientos humanos y su lenguaje. El perro es una de los pocos animales del mundo que realmente parece estar interesado en comprender nuestras emociones y nuestro lenguaje corporal. Esta capacidad para comunicarnos con los perros, es la que literalmente ha cambiado nuestras vidas a lo largo de los milenios; es la que nos ha permitido pedir a estos animales que realicen ciertas tareas que a nosotros nos resultan complicadas.
Joe Ralph ha vivido y pastoreado toda su vida en los montes. Apacienta casi dos mil ovejas en una amplia extensión de una de las zonas de pastoreo más agrestes de Gran Bretaña. No hay hombre ni máquina capaz de desplazar a las ovejas por estas escarpadas laderas. Aquí llevar un rebaño sería imposible si no fuera por la ayuda de sus perros. Los perros pastor deben interpretar cuidadosamente las instrucciones de Joe. Los perros pueden seguir las órdenes de Joe nada menos que a 800 metros de distancia. Si hay alguna oveja que se ha quedado rezagada, hay una orden para indicarle que tenga cuidado. Entre pastor y perro los lazos de confianza deben ser muy fuertes, porque el trabajo puede ser muy peligroso.
“Si las ovejas se mueven cerca de un barranco de 100 metros, los perros tienen que ser capaces de pensar por sí solos y de enfrentarse a la situación. Cuando reúno el rebaño en las laderas, el 90% de la labor recae en el perro. Les tengo mucho cariño, son muy buenos amigos; pasamos mucho tiempo juntos, la mayor parte del día. Cuando dejen de realizar este trabajo, no me separaré de ellos; los tendré conmigo hasta el día de su muerte porque son como de la familia”.
Los perros de Joe son Border Collie, criados originalmente en la frontera con Escocia y especializados a lo largo de los siglos mediante la cría selectiva en moverse con la precisión de un maestro de ajedrez. El ser humano lo ha logrado reprimiendo el instinto asesino heredado de los lobos. En cuanto ven comida, los lobos utilizan una secuencia de comportamiento muy concreta: primero avistan a la presa. Luego acechan. Y cuando llega el momento oportuno, la acosan y muerden a matar. Los criadores de perros pastor entrenan a sus animales para que repriman el instinto final de morder.
“Uno de los fenómenos más bonitos en el mundo canino es el Border Collie amaestrado, porque lo que hace el perro tiene una secuencia. A ellos no les puedes enseñar a perseguir, no aprenden esos comportamientos: los llevan ya inscritos en el cerebro. Si nos fijamos bien, veremos que el perro se acerca a la oveja en la posición de acecho; la oveja que le ve piensa: “Oh oh… voy a acabar de cordero asado”.
Las ovejas reaccionan ante una amenaza agrupándose, lo que facilita la labor de los perros.
“Lo más fascinante de un Border Collie es que tiene un equilibrio perfecto entre lo que yo llamo comportamiento innato, que está exclusivamente inscrito en los genes, y el comportamiento aprendido. La gente cuando compra un Border Collie adquiere un conjunto de comportamientos genéticos y luego lo puede amaestrar como quiera. Es increíble lo que se puede hacer con este perro.”
El ser humano utiliza los perros para el pastoreo desde hace al menos 9000 años. Hoy en día se siguen empleando en diferentes países para vigilar ovejas, cabras e incluso renos. Un perro es tan importante para controlar a estos animales, que nos preguntamos si el hombre habría sido capaz de domesticarlos sin su ayuda.
“Pasar de cazar ovejas y cabras salvajes a pastorearlas, es un salto enorme. Habría que preguntarse por qué la gente decidió que el pastoreo era una actividad económicamente lucrativa. Cuando veo al pastor dirigiendo a sus ovejas por este abrupto terreno, me pregunto: cómo demonios podría hacerlo sin los perros… Y antiguamente, el terreno por donde se solían mover las ovejas y las cabras era como este. Yo creo que el ser humano jamás se habría embarcado en la empresa de domesticar ovejas y cabras si no hubiera tenido la ayuda de los perros. Creo que el hecho de disponer de perros fue lo que impulsó el pastoreo. De no ser por ellos, posiblemente aun seguiríamos siendo cazadores y recolectores”.
Todos los días, en todo el mundo, desde la Pampa Argentina hasta las nevadas montañas de Nueva Zelanda, cientos de miles de perros pastor realizan audazmente tareas que nosotros no seríamos capaces de lograr. Cuando el lobo salió de los bosques y se convirtió en perro hace 15000 años en Asia oriental, cambió la vida del hombre para siempre.
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